XXVII domingo del tiempo ordinario

XXVII Domingo Del Tiempo Ordinario

Ser un buen siervo implica estar atentos a las órdenes del amo.

Hoy el señor nos invita a cultivar una fe que sea capaz de arrancar de nosotros la duda y que esta sea trasformada por esperanza. Tener fe es seguir el ejemplo de Cristo, que se ha hecho siervo de nosotros al entregar su vida.

Pidamos a Dios que trasforme el corazón con la fe, aquella que alimenta toda esperanza en tiempos de duda y sobre todo en aquellos momentos donde buscamos ser reconocidos o aplaudidos por nuestras buenas obras. 

Basta solo un grano de mostaza, una fe pequeña pero confiada, para cambiar el mundo.