TESTIMONIOS

Testimonio Vocacional

«llevé a cabo una relectura de mi vida y me di cuenta de cómo Dios no dejaba en llamarme, y así se lo hice saber a mis esposa…»

Haciendo una relectura de mi vida logro descubrir cómo Dios se ha manifestado en mi propia historia, haciéndome llamados para su servicio. Desde edad temprana (a los dieciséis años) Dios se mostró a través de mi santa madre, alma bendita, invitándome a que me formara como sacerdote, petición de la cual tomé distancia y decidí estudiar Derecho optando por el título de Abogado, durante el ejercicio de la profesión en dos oportunidades un sacerdote me invitó a varias charlas vocacionales a las que asistí y en la que se invitaba a iniciar un proceso vocacional, de las cuales también tomé distancia pues estaba velando por el cuidado de mi anciano padre, quien era en vida, un asiduo lector de la Palabra de Dios, especialmente de las cartas de San pablo de las que tomaba frases y me las colocaba en mi escritorio de abogado y siempre las leía y que aún conservo, me manifestándome reiteradamente que así como era asiduo lector de los códigos y leyes, también lo fuera de la Sagrada Escritura. 

Un Buen día escuchando la emisora Minuto de Dios, mi padre, alma bendita, me dijo que iban a dictar un diplomado en Sagrada Escritura en el Instituto Bíblico Latinoamericano de la Universidad Minuto de Dios que sería muy bueno que también me acercara a la lectura de la Biblia, decidí entonces hacer caso de su petición y ciertamente me inscribí y realicé el diplomado en Sagrada Escritura en la que descubrí su invaluable riqueza y sabiduría. Durante el diplomado conocí a quién hoy es mi esposa Ana Rosa Prada Prada, quien también tomaba las mismas clases, e iniciamos juntos los estudios de Sagrada Escritura como carrera profesional, pasado un año de noviazgo contrajimos matrimonio y del cual llevamos ya veintiún años fortalecidos por la oración y la vida cristiana en la que perseveramos unidos por Dios quien ha estado siempre en nuestra vida matrimonial y de fe.

En el último semestre de la carrera tuvimos la oportunidad de asistir a la cátedra de Pastoral Bíblica dictada por el hoy vicario de espiritualidad y cultura monseñor Alberto Camargo quien me invitó a la formación vocacional al diaconado permanente, petición de la cual volví a tomar distancia. Sin embargo, con Ana Rosa, para el año 2006, nos vinculamos con la Diócesis de Engativá, por petición del padre Alberto, en la Escuela Bíblica en calidad de formadores. Pasados varios años, Ana Rosa y yo acudimos un domingo a la santa misa en el barrio Veinte de Julio, allí conocimos al sacerdote ecuatoriano Orlando Novillo, aunque entrado en años, ejercía su ministerio sacerdotal y servía no solo presidiendo la Eucaristía, sino también, administrando el sacramento de la reconciliación quien con el paso del tiempo, se convertiría en nuestro confesor. Pasaron algunos años, y nos manifestó que se iba al Ecuador a pasar sus últimos días con sus hermanos, pero que quería manifestarme que a él le parecía que yo debería conocer una escuela de formación vocacional en la Arquidiócesis de Bogotá para hombres casado, dándome la ubicación de esta y que no lo pensara tanto.

Viendo esta situación es donde, en ese momento, y como lo dije al principio de este testimonio, llevé a cabo una relectura de mi vida y me di cuenta de cómo Dios no dejaba en llamarme, y así se lo hice saber a mis esposa, quien me dijo: “que no podía seguir negándome a esos llamados” … y fuimos a la Escuela Diaconal de la Arquidiócesis de Bogotá, pasé mi solicitud de Ingreso y después de varias entrevistas y estudios, fui admitido a la formación, y por Gracia de Dios, seis años después en el mes de Noviembre del año 2013 ingresé a la sagrada orden del diaconado por imposición de manos y oración consecratoria del Excelentísimo Monseñor HÉCTOR LUIS GUTIERREZ PABÓN, en la Catedral San Juan Bautista, diaconando mi primera Eucaristía como consagrado el 24 de noviembre en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Cota, siendo párroco el padre Fredys Bayuelo, pasados dos años y por disposición de nuestro Obispo FRANCISCO ANTONIO NIETO SUA estoy, hasta la fecha, sirviendo en la parroquia Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, con mi párroco Idinaél Bedoya. 

1 comentario en “Testimonio Vocacional”

  1. Felicitaciones Luis Fernando. Doy gracias a Dios por su vida y la de Ana Rosa, por que a través de Uds he podido aprender un poco más de Dios, de sus escrituras y así poder servirle. Muchas personas hemos sido tocados por Dios a través de Uds. Su testimonio me impulsa a seguir en el servicio a Mi Señor Dios, a mi iglesia y a donde Dios me indique. Dios los acompañe y continúe con su tarea, siendo un instrumento del amor de Dios.

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